Es entendible que un grupo de personas, pueblos o ciudades tengan reclamos justos que no son atendidos, debidamente, por sus autoridades políticas; sin embargo, aún en los peores casos, los huelguistas nunca deben usar la violencia como medio de atraer la atención de los demás.
Si los huelguistas usan la violencia; aunque sus peticiones sean justas, pierden legitimidad.
Todos conocemos que la violencia genera violencia, y la violencia es sinónimo de caos, indisciplina e irracionalidad de los seres humanos.
Por tanto, las huelgas sólo se pueden considerar justas, aceptables y dignas, de escuchar o negociar, cuando se desarrollan en un ambiente pacifico; sin destruir la propiedad privada o pública, y sin atentar contra las demás personas o autoridades, civiles y militares, de un distrito, pueblo, provincia, departamento, estado o país.
En síntesis, las huelgas justas pierden legitimidad cuando usan la violencia física y material contra las demás personas.
Además de perder legitimidad, las huelgas violentas, abren otras puertas de donde vendrá la fuerza de la ley contra ellos mismos; pues los agredidos podrán defenderse y la policía tiene el respaldo de la ley para actuar con toda energía o seriedad. Incluso, en casos extremos, pueden usar sus armas.
Por último, algunos “defensores de los derechos humanos” –comunistas o izquierdistas radicales- hacen un escándalo cuando un “pobre campesino” es herido por la policía; sin embargo no les importa cuando esos “pobres campesinos” han herido o asesinado a personas inocentes, incluyendo a algunos policias que sólo cumplen su deber de mantener el orden y seguridad de los pueblos y ciudades de un país.
Hasta siempre.
Carlos Tigre sin Tiempo (CTsT)
Coincido con la opinión de tu artículo…si tal vez son necesarias algunas medidas de protestas, pero los extremismos y la violencia, nunca deben ser bienvenidos.
Interesante blog, digno de agregarlo a mis feeds.
Mis sinceros saludos.